Debido a la gran difusión del horroroso y repudiable hecho acontecido en las inmediaciones de la ciudad de Campana, es mi deber dejar en claro la total indignación y repudio que este tipo de hecho inspira.
Soy conciente de que la única manera de solucionar estos problemas es a través de la justicia y que sea ella quien decida el futro de los autores (intelectuales y materiales).
Desde este humilde rincón, haremos lo posible para que esas almas descancen en paz.
El Editor.
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